Existen muchos tipos de programas, como spyware, ransomware, caballos troyanos, rootkits y muchos más. Se pueden expandir manualmente o automáticamente. Oscilan entre ser una mera inconveniencia, hasta ser increíblemente destructivos.
- ¿Cómo funciona el malware?
La propagación de malware depende ampliamente de la intención del creador. Para muchos virus y gusanos, la expansión se lleva a cabo con la intención de llegar al mayor número de ordenadores posible. Por definición, la infección se produce cuando los datos se comparten. Esto puede pasar en internet con archivos descargados, archivos adjuntos de emails, enlaces maliciosas o descargas ocultas que se completan sin el conocimiento del usuario. También ocurre cuando la gente comparte archivos fuera de la red con ordenadores infectados o cuando comparten algunos archivos multimedia.
Las infecciones personales en ocasiones se llevan a cabo cuando se usa un puerto USB que contiene malware.
A menudo pasa cuando se instalan backdoors o rootkits que permiten a los creadores acceso remoto o acceso de administrador al ordenador de la víctima. Los avances en ciber seguridad a menudo van de la mano con los avances en malware. Las nuevas cepas están programadas con técnicas más sofisticadas para evadir la detección de los programas antimalware así como los usuarios de los ordenadores. Estas técnicas van desde tácticas sencillas, como el uso de proxies de red (para ocultar las IP de los creadores), hasta formas más sofisticadas de malware independiente.
En el segundo caso, el malware evita la detección al ocultarse dentro del sistema RAM. El malware también aprovecha las vulnerabilidades en la seguridad del ordenador. Lo hacen al explotar las similitudes en sistemas operativos para infectar múltiples sistemas. Dicho de otro modo, explotan los defectos del software de seguridad.
- ¿Qué son los programas similares?
Hay otras formas de software que en ocasiones actúan de modo similar al malware, pero no son estrictamente considerados malware. La diferencia radica en el hecho de que a pesar de que en ocasiones causan daño a ordenadores de otros usuarios, no fueron creados con intenciones malignas. Un programa de este tipo es el adware. El impacto más grande que tienen son los interminables y molestos anuncios que producen. Esto puede afectar de forma negativa el rendimiento del ordenador. Sin embargo, el adware es conocido por ir acompañado de malware de verdad. También se dan situaciones donde software normal causa daño no intencionado al ordenador de otro usuario debido al mal funcionamiento. Esto ocurre por los errores en su código, este tipo de software se denomina bugs (error).